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El pájaro y el Rey

El pájaro y el Rey

Había una vez un pájaro que tenía las plumas de muchos colores. A todos les gustaba mucho, pero lo más bello era su canto. Siempre estaba feliz.

Todas las mañanas, iba a cantar al jardín del rey. Pero el Rey no se conformaba con un rato de canto, ya que le encantaba su música, quería tenerlo todo el día.

Mando a sus criados a cogerlo, y lo metieron en una jaula de oro. Se lo llevaron al Rey, pero entonces el pájaro no quiso cantar. No sabían la causa. Sin su canto, el mundo estaba triste.

Pasaron los días y todo seguía igual. Un niño le dijo al Rey que lo que le pasaba al pájaro es que estaba encerrado y aunque la jaula era de oro, el pájaro quería ser libre.

 El Rey comprendió que lo que decía el niño era verdad, pues a él tampoco le gustaba estar encerrado en su palacio. Le abrió la puerta de la jaula y el pájaro salió volando feliz.

Cuando estuvo de nuevo en libertad, todo volvió a estar alegre, pues el pájaro no dejaba de cantar.

Un día hubo una tormenta terrible y el viento movía todas las ramas de los árboles. Los animales iban de un lugar a otro asustados sin saber dónde meterse.

Nuestro amigo el pájaro tuvo la mala suerte de romperse un ala al darse un golpe con la rama de un árbol. Como pudo, llegó al jardín del palacio y empezó a cantar. Esta vez no era un canto alegre sino triste. El Rey al oírlo salió al balcón.

Mandó a sus criados que lo trajeran a ver qué le pasaba. Nada más verlo se dio cuenta de que tenía rota una ala. Lo cogió y con mucho cariño le puso una pequeña venda.

Pasaron los días y con el cuidado y el cariño que le dieron en el palacio, el pájaro se fue recuperando. Cuando estuvo curado, se marchó volando y cantando.

El Rey mandó construir una casita de pájaros en su balcón, para que todos los pájaros pudieran refugiarse cuando hacía mal tiempo.

Y cuando el viento y la lluvia movían todas las ramas, iban a refugiarse al balcón del Rey y con sus cantos le dieron las gracias.

 Y colorín colorado este cuento de pájaros se ha terminado. MARÍA MORENO-OPO ROMERO

 

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